Lenguas
Románicas.
Cuando los
ejércitos del imperio romano conquistaban nuevas tierras, llevaban consigo
nuevas leyes, costumbres y una nueva lengua: el latín. A lo largo y ancho del
Imperio Romano, desde la península Ibérica hasta Bizancio se hablaba el latín.
Pero los pueblos conquistados también tenían su lengua propia lengua. Con el paso del tiempo, de la unión
de esta lengua original nació un a nueva lengua diferente según la zonas. Por
eso no nos resulta difícil aprender o entender lenguas como el italiano o el
francés. La gran familia de las lenguas románicas están formadas por el
galaico-portugués, el castellano, el catalán, el italiano, el francés, el
occitano, el rumano, el sardo, y el retorrománico. También pertenecen a esta
familia la lengua dálmata pero desapareció en el siglo XIX.
Fíjate en cómo se
dice en cada una de estas lenguas la palabra *Mañana*:
CASTELLANO CATALAN
FRANCES OCCITANO PORTUGUES
ITALIANO
Mañana Mantí Matin Matin Mañá
Mattina